Meta es prever el futuro. Es crear una visión y perseguirla con determinación. Hoy, procura reservar un momento para diseñar tu meta. Para eso, desconéctate del mundo y conéctate con tu interior. Escucha a la mente, escucha tu corazón. Revísala con el intelecto. Se sincero contigo mismo. Cuando tengas claridad acerca de tu meta principal para este año, cuéntale tu resolución a Dios. Crea una amistad divina con Él y aliméntala día a día. Con tal fuerza duplicada el éxito ya está garantizado.