Reaccionar al menor signo de provocación no es una señal de fortaleza, sino falta de habilidad para tolerar. Cuanto más fuerte eres, menos serás perturbado por las adversidades u oposición. Así como el océano absorbe todo lo que viene ante él, quien es fuerte acepta tranquilamente los altibajos de la vida. Se dice que los recipientes vacíos hacen más bulla que los llenos. De igual manera, la violencia es el instrumento de quienes están vacíos internamente. Aquellos que absorben la esencia de la espiritualidad nunca usarán la violencia, porque ellos saben que la verdad nunca puede ser derrotada por la fuerza.