La sala donde trabajamos es importante. Ella tiene una atmósfera y es uno de los muchos factores invisibles que ayudan o impiden nuestro desempeño. Una atmósfera se crea por los pensamientos acumulados de las personas que usan un determinado espacio. La mejoría de la atmósfera puede obtenerse manteniéndose una consciencia elevada en relación al local. Para eso, practica el siguiente ejercicio: Imagínate caminando hacia la sala donde irás más tarde. Crea una imagen positiva del lugar y de las personas que estarán allá. Mentaliza antes, en un momento de calma, y esa calma te encontrará cuando tu llegues allí
(Antea Church)