Dios te pertenece. Procura permanecer conectado a Él con amor de manera que sea imposible olvidarlo. Dios nunca se olvida de ti. Él nunca llega tarde cuando lo llamas. En cualquier situación arriesgada, simplemente vuélvete como un hijo y sujétate a Su mano. Él es tu Padre, Madre y Amigo. Nunca digas: No sé cómo enfrentar esta situación. Eres hijo del Océano de Conocimiento. Si las negatividades vinieran en la forma de un león. Un tigre o un elefante, que eso sea un entrenamiento. Mantén tu mente danzando de felicidad. Permanece absorto en el Padre y no en la situación. Dios quiere que seas una joya de contentamiento, siempre. (BK Dadi Gulzar)