La creación empieza con una clara visión de lo que estoy creando. Lo que pienso que soy, eso seré. Esta es la ley; igual como cuando alguien que crea una linda escultura. Todo empieza con una imagen en la mente. El crecimiento del amor por esa imagen hace surgir el coraje y el entusiasmo para realizar el trabajo. Cuando abrimos el corazón a una más linda visión de nosotros mismos, pasamos a vernos como Dios nos ve. Si tuviéramos ese cuadro interior podemos empezar a recrearnos.