El conocimiento espiritual está basado en tres percepciones: alma, Dios y destino. Imagina un árbol. Todo empieza desde una semilla, después surgen dos hojitas y luego todo el árbol crece. De igual manera, lo principal es conocer a Dios, la Semilla, bien como alma o como destino, las dos hojitas. Aquellos que adoptan esos tres tipos de consciencia reciben las bendiciones de la victoria.