Una mesa necesita cuatro patas para estar firme. El carro necesita de cuatro ruedas para rodar. De igual modo para que mi fe sea inamovible necesito chequear las cuatro columnas de los cimientos de la fe: 1) fe en mi; 2) fe en Dios; fe en la familia global; y, 4) fe en el destino. Independiente de las circunstancias, del tiempo, de las relaciones y hasta de mi estado interior, necesito mantener mi fe fortalecida. Si hay fe en el intelecto, no puede haber inestabilidad o preocupación en la mente, sólo victoria.