HUMILDAD

Todos se inclinan ante quien se inclina primero. Siendo así, la señal de grandeza es la humildad. Ella capacita a la persona a hacerse confiable, flexible y adaptable. En la extensión en que alguien se haga humilde se engrandece en los corazones de los demás. Cuando la humildad está incorporada siempre habrá la disposición de escuchar y aceptar a los demás, lo que contribuye a elevar su autoestima. Humildad es la virtud que hace al ser humano digno de alabanza.