Cada acción es coloreada por un tipo de intención: elevada, semi-elevada y degradada. Cuando elevo la calidad de mis pensamientos y sentimientos, soy capaz de tener intenciones elevadas que me ayudan a crear un destino de felicidad, paz y contentamiento. Entonces, antes de empezar un proyecto o cualquier tarea rutinaria, haz una pausa y pregúntate: ¿Cuál es mi intención real que está detrás de esta tarea? Con la mente en paz y libre de juzgamientos, dale oportunidad a la intención elevada de expresarse. Expande los límites de tu percepción y experimenta abundancia en los resultados. (BK Jyotsna).