La inspiración es diferente de la auto-motivación. Inspiración es un pensamiento, motivación es una acción. Un persona auto-motivada es como un imán que atrae recursos, oportunidades y experiencias porque ella coloca pensamientos, ideas y planes en la práctica. Para sustentar la motivación es necesario tener la capacidad de decidir con precisión. Decidir lo que pensar, lo que hablar, lo que hacer. Ese poder puede ser asimilado a través de la meditación y del cultivo de pensamientos de calidad. Los pensamientos de calidad son positivos, elevados y benéficos. Ellos funcionan como un tónico para mantener la motivación.
