¿Por qué nos divertimos con piedras si existen brillantes, diamantes, esperando ser encontrados por nuestra atención? Con las piedras nos aplastamos, con los diamantes nos elevamos. Saber discernir lo verdadero de lo falso en un segundo es un arte. Para practicar ese arte protege tu casa interior. Acepta todo aquello que hace crecer, pero no dejes entrar lo que podría hacerte sufrir.