SATISFACCIÓN

No importa el tamaño de la meta o la profundidad de la filosofía: la base de la espiritualidad siempre será la calidad de mis actitudes en la vida práctica. La laguna que separa el ideal de la práctica abarca a todos nosotros en mayor o menor extensión y deja bien clara la diferencia entre satisfacción y frustración. La felicidad personal está relacionada con la coherencia entre lo que creo ser verdad y mis acciones. Ken O'Donnell, Caminhos para uma Consciência Elevada, Editora Gente, São Paulo, 1996