Ser paciente es un proceso creativo. Se trata de reunir una variedad de ingredientes en un proceso inicial de visualización. El primer paso es admitir y reconocer que nuestra característica impaciente es creada enteramente por nosotros mismos. No es el tren atrasado o la ineficiencia en la prestación del servicio, somos nosotros mismos quienes lo hacemos. Si creamos o sostenemos el "hábito" de la impaciencia, entonces también podemos sustentar la paciencia. Y como todas nuestras creaciones, el proceso empieza en la pantalla de nuestra mente. Es ahí que nosotros concebimos, consideramos y conseguimos mostrar la paciencia antes de entrar al escenario de la vida diaria.