Cuando el sol brilla suavemente allá en lo alto, las flores se voltean hacia él para captar luz y calor. De la misma manera, vuélvete puro y despreocupado como el sol. Deja que la dulzura y la jovialidad brillen naturalmente en tu rostro. Con la especialidad de la levedad tú serás capaz de inspirar a los demás a volverse leves también.
Antonio Sequeira