Generalmente nos vemos a través de los ojos de los demás. Entonces, si alguien sólo ve el 20% de lo que somos, también veremos solamente ese tanto. Pero Dios nos ve como somos, él ve nuestro potencial completo. Cuando tú te miras del modo como Dios te ve, consigues ver tu yo verdadero. Cuando te conectas con el Ser Supremo, tus sentimientos puros son estimulados y reforzados. Recuperas tu naturaleza original que es espiritual. Te sientes muy confortable en la presencia de Él porque es Espiritual como tú. Empiezas a relajarte, pues estás siendo reconocido y no necesitas probarte nada más a ti y a los demás.
Jacqueline Berg