En el corazón de cada ser humano existe una energía espiritual de, pureza, paz, amor, verdad y felicidad sin dependencia. Estar consciente de esa energía y experimentarla nos da la fuerza interior necesaria para el cambio. La meditación es el método de acceder y permitir que esa energía venga a la superficie de nuestra consciencia. Meditar es colorear nuestros pensamientos y sentimientos con energía pura y virtuosa.
