¿Cuál es la manera correcta de juzgar?

De manera imparcial y desapegada, juzgo mis pensamientos, palabras y acciones. Veo si ellos son benéficos y coherentes a la situación. Me hago juez de mi mismo, nunca de los demás. Como reflejo de eso hay un equilibrio entre amor y ley, amor espiritual por los demás y disciplina para mantener mi conducta elevada. Si veo una persona haciendo algo que no me parece correcto, hay dos actitudes posibles. Puedo inspirarla a actuar correctamente, en caso que no haya percibido el error. También puedo tener buenos deseos, en caso ella haya reparado en el error y está esforzándose para superarlo.
(Ken O’Donnell)