Así como una rosa perfumada esparce su fragancia alrededor, nosotros también podemos crear una atmósfera agradable donde estuviéramos. Esa atmósfera es resultado del contentamiento.
Donde hubiera felicidad, habrá ánimo y entusiasmo. Y donde haya ánimo y entusiasmo, habrá alas para que el alma vuele.
Felicidad, ánimo y entusiasmo son visibles a través de los ojos, de la cara y de los labios. Esa es la expresión de un ángel.
(Dadi Gulzar)