SERENIDAD

La verdadera serenidad empieza en la mente y se completa en las acciones. Tener serenidad es hacer las mismas tareas con menos gasto de energía, sin esfuerzo. Es enfrentar los desafíos con calma y tranquilidad, libre de la presión del tiempo y de los múltiples quehaceres. Es experimentar el placer de la vida en el confort de tu templo, tu casa interior. La serenidad va más allá de la lógica común. Como un analgésico, ella aplica un punto final en todas las situaciones y traspasa las barreras sin ningún vestigio de revuelta o disconformidad. (BK Antonio Sequeira)