El estado inagotable sólo puede surgir cuando hay un profundo amor por la tarea que tenemos en manos. El amor es el poder que de un modo simple nos capacita a hacer olvidando el cansancio. Y cuando el amor es fuerte, las cosas no parecen ser laboriosas, sino alegres y placenteras. El estado inagotable nos hace un constante donador con la consciencia de que cada pensamiento, palabra y acción cuenta y puede traer beneficio a muchos y sino a todos.