BENEFACTOR


Mientras estés haciendo tus tareas, no olvides tu ocupación. Mientras estés trabajando en la oficina, en casa o en la ruta, mantén la alegría de ser un benefactor del mundo. Desea el bien a todos los que encuentras. Dales el agua de los buenos deseos a quienes están con sed. Dales el dedo de la cooperación a quienes necesitan ayuda. Esa consciencia te mantendrá poderoso durante todo el día. Cuando tu deseo es servir a los demás, recibes el fruto y poder. Recibes el fruto de sus sentimientos genuinos. Y quienes son atendidos por ti reciben luz y fuerza.