Si deseas acabar con un hábito indeseable, no luches contra él. Con el poder de servir, ese hábito acabará naturalmente. Ya debes haber percibido que las dificultades terminan cuando estás ocupado en el servicio. No hay tiempo para pensar acerca de ellas. Si, en cada segundo, en cada pensamiento, permaneces ocupado en servir, el ancla de las dificultades se levantará. Cuando te haces un instrumento para dar soporte a los demás te conectas con tu fuerza interior.