ATRACCIÓN


 

¿Por qué nos sentimos tan atraídos por los bebés? Una sonrisa que nada pide a cambio y una  prolongada mirada inocente son ejemplos del código que revela la grandeza de esos pequeños seres: la pureza. Es la pureza la que nos atrae. Cuando purificamos nuestros pensamientos, Dios, quien es el más puro, se siente naturalmente atraído por nosotros. Él sabe que estamos haciéndonos más verdaderos y viene a ofrecernos Su compañía repleta de amor, poder y buenos deseos.