SER GRANDIOSO


Existe un dicho que dice: Lo que das al mundo te retorna cien veces multiplicado. Entonces, donar todo lo bueno y mejor que hay en ti puede ser una buena práctica. Pero, necesitamos ser cautelosos en eso porque en la medida que se perciba que se es muy bueno, en la misma medida se deja de ser grandioso. Ser grandioso no es un destino, sino el viaje. El enemigo en ese viaje es el ego (arrogancia). Cuando alguien dice "yo soy formidable", se interrumpe el esfuerzo por mejorar. Pero el viaje de hacerse grandioso nunca acaba. Se recorre a través de los esfuerzos incansables, con espíritu generoso, servicio altruista, dedicación, humildad y buenos deseos por los demás. Ser grandioso es ser un donador.


BK RAVINDRA